miércoles, 15 de agosto de 2012

El problema mente-cuerpo: ¿necesidad o contingencia?


Una respuesta al famoso problema mente-cuerpo es la llamada "teoría de la identidad psico-física" (TI), consistente en la siguiente afirmación:
"Los procesos mentales, psicológicos, cognitivos, etc., son procesos físicos."
A pesar de la antigüedad de esta idea (se remonta al menos hasta Hipócrates) y de las innumerables evidencias científicas que amparan esta asunción (neuropatologías, acción fármacos, técnicas de neuroimagen, etc.) existen filósofos y científicos que niegan de una manera u otra que pensar sea un proceso físico, tan “físico” como la formación de lluvia o la fusión nuclear. Como cabe esperar para los que conocen estos debates, las críticas vertidas a la TI no están basadas en evidencias experimentales sino en argumentaciones lógico-lingüísticas. Dado que la validez de un razonamiento lógico no es negociable, examinaremos lo que afirman sus premisas con el fin de evaluar su veracidad.
Una de las principales críticas especulativas a la TI proviene de la "filosofía del lenguaje". Como es sabido, los filósofos del lenguaje siguen el principio de investigación "tanto dices, tanto piensas". Partiendo de este análisis lingüístico, los críticos de la TI se centran más en la forma que en el contenido de esta controvertida idea. Concretamente, el famoso filósofo Saul Kripke crítica a la TI por ser una teoría que pretende hablar de la identidad de las cosas y al mismo tiempo hace un uso inadecuado del concepto "identidad". Es decir, podemos asumir que “el dolor es la activación de las fibras C” pero no que esto sea una “identidad”, dado que podría ser falso (podrían ser las fibras “D” o cualquier otra cosa) y una identidad tiene que ser “necesaria” o "verdadera en todo mundo posible” y no contingente.
Sin embargo, Kripke y sus seguidores comenten un error grave a nuestro juicio al atribuir a la TI afirmaciones de identidad, a pesar de su infeliz bautizo. La TI no afirma la proposición concreta de que “el dolor es la activación de las fibras C” sino la afirmación general de que “lo mental es físico”. La afirmación que Kripke atribuye a la TI en realidad es una afirmación de una teoría particular de la mente (en este caso una teoría del dolor), la cual incluye como postulado a la TI. Y obviamente, como teoría que es, la teoría del dolor tiene derecho a ser falsable y no es desde luego una “necesidad” a priori.
Pero hay que ir más allá y decir que, si la TI es un postulado, ni siquiera es una "teoría" estrictamente hablando. Como decimos es un principio general de investigación aun no contradicha por la experiencia. Es formalizable como un condicional y no como un bicondicional. Es decir, su papel es el de ser un postulado de la psicología científica o "neurociencia", a partir del cual desarrollar teorías concretas sobre cómo es que un particular sistema físico, el cerebro, permite a quienes lo poseen realizar los procesos mentales que habitualmente realizan.

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